10 curiosidades del buceo que posiblemente no conocías

Sumérgete en el fascinante mundo del buceo y descubre curiosidades que probablemente desconocías. Más allá de las aguas cristalinas y la vida marina, el buceo encierra secretos intrigantes. Desde rituales de cazadores de pecios hasta encuentros con criaturas sorprendentes, este artículo te revelará aspectos inesperados de la actividad submarina.  

De la mano de los expertos en buceo en Lanzarote de MojoDive.com vamos a mostrarte un listado de curiosidades que seguro te van a llamar mucho la atención sobre el buceo. Si te gusta mucho este mundo, algunas de las siguientes curiosidades puede que las conozcas. Pero seguro que alguna no, es decir, esperamos que a nuestro lado puedas aprender hoy algo interesante sobre el buceo. 

1- La mal llamada bomba de oxígeno 

La llamada “bomba de oxígeno” es un término incorrecto. En realidad, no proporciona oxígeno puro, sino una mezcla convencional de aire que contiene un 80 % de nitrógeno y un 20 % de oxígeno. La clave radica en que este aire está comprimido. A diferencia de los líquidos, el aire puede ser comprimido bajo presión. Es importante señalar que este dispositivo no suministra oxígeno puro, sino una mezcla comprimida de gases. 

Cuando estás en el mundo del buceo, la gente generalmente se refiere al contenedor de oxígeno como “botella de aire” en lugar de “bombona de oxígeno”. La palabra “bombona” suele ser más propia de aquellos que están recién comenzando en esta actividad submarina. Además, es interesante notar cómo la terminología varía según la experiencia de los buceadores. 

2- Las manos no se usan para nadar 

Cuando buceas, no necesitas usar las manos para desplazarte; las aletas son suficientes para propulsarte, lo que ayuda a ahorrar energía. Las manos solo se emplean para cambiar de dirección. Además, esta técnica permite una experiencia de buceo más eficiente y cómoda. 

Todo eso lo aprenderás en un buen curso de iniciación al buceo. Recuerda, el curso de bautismo es necesario antes de comenzar a practicar buceo real a cualquier nivel. 

3- Velocidad del sonido en el agua 

La onda de sonido viaja mucho más rápido en el agua que en el aire, aproximadamente diez veces más rápido. Seguro que alguna vez, mientras nadabas, escuchaste el ruido del motor de un barco, pero al mirar a tu alrededor, la embarcación parecía estar lejos.  

Esto sucede porque en el agua, a diferencia de la superficie, el sonido alcanza tus oídos casi al instante, facilitando la identificación precisa de su origen. Este fenómeno hace que sea más fácil discernir la dirección de donde proviene el sonido en el agua que en el aire. 

4- El frío se siente mucho más en el agua 

La cosa es que el frío se propaga 25 veces más rápido en el agua que en el aire. Por eso, aunque estemos a 20ºC fuera y no sintamos mucho frío, en el agua sí vamos a notar que está fresca, y después de un rato, la sensación se tornará más fría. Esto se debe a que el agua absorbe el frío más rápido que el aire, lo cual impacta en nuestra percepción térmica. Así que, aunque parezca un día agradable, el agua puede sorprender con su frescura. 

5- Se crean ganas de respirar 

Cuando sientes la necesidad de inhalar, no es realmente porque tu cuerpo esté buscando más oxígeno, sino más bien porque busca liberar dióxido de carbono. Es interesante notar que la respiración no solo está vinculada a la absorción de oxígeno, sino también a la eliminación de este subproducto. 

6- Hay que tener cuidado con subir a la superficie 

Cuando nos elevamos hacia la superficie manteniendo la respiración, la presión en los pulmones disminuye, lo que resulta en un aumento del volumen de aire contenido en ellos. Este fenómeno facilita la transferencia de oxígeno desde los pulmones hacia la sangre y otras áreas del cuerpo. Es importante destacar que este proceso es crucial para garantizar una adecuada oxigenación en distintas partes del organismo. 

7- Información sobre la luz blanca 

La luz blanca está formada por diversos colores, como el rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta. A medida que nos sumergimos en la profundidad, estos colores son absorbidos progresivamente. Los primeros en desaparecer son el rojo, anaranjado y amarillo, siguiendo un orden específico. Conforme descendemos, el paisaje adquiere una tonalidad verdosa que tiende al azul, alcanzando un tono azul monocromo alrededor de los -50 o -60 metros, cada vez más oscuro. 

Es interesante destacar que al iluminar el entorno con una linterna subacuática, se restablecerían todos los colores de manera instantánea. Esto subraya la importancia de llevar una linterna como parte del equipo de buceo para mantener una visión más completa y detallada en entornos submarinos profundos. 

8- Cuidado al llegar a los 30m de profundidad 

Cuando te sumerges hasta unos 30 metros de profundidad, la presión del agua provoca que nuestro cuerpo absorba una cantidad significativa de nitrógeno disuelto. Esta absorción puede generar síntomas de euforia similares a los de una borrachera, conocida como narcosis del nitrógeno. La solución para contrarrestar estos efectos es ascender un poco, evitando así experimentar los efectos secundarios. Sin embargo, si decides descender más profundamente, los efectos de la narcosis aumentarán, lo que podría resultar en la pérdida de control. Es fundamental tener en cuenta estos factores al bucear a esas profundidades. 

9- Casi toda el agua del planeta es agua salada 

El 97% del agua en nuestro planeta es agua salada y se encuentra mayormente en los mares y océanos. Solo un pequeño 3% es agua dulce, pero gran parte de esta está retenida en los casquetes polares y debajo de la superficie terrestre. En resumen, solo una fracción muy pequeña de ese 3% está disponible como agua superficial y atmosférica. Esta distribución destaca la limitada disponibilidad de agua dulce para el consumo humano y otras necesidades esenciales. 

10- No hay que montar en avión tras el buceo 

No es muy recomendable subirse a un avión después de haber hecho buceo en el día. Resulta que el nitrógeno que queda en nuestro cuerpo después de bucear puede transformarse en burbujas en la sangre cuando estamos en el avión, debido a la disminución de presión que ocurre con la altitud. Esto podría causar algunos problemas incómodos.