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Cada vez es más evidente que los recursos de nuestro planeta son limitados y que eventualmente se agotarán. Esta conciencia, junto con una mayor sensibilidad de la opinión pública hacia las cuestiones medioambientales, ha llevado a una reestructuración significativa de la industria papelera en los últimos años.
Ya sea el papel clásico que usamos en las oficinas para fotocopias o el cartón que se emplea para embalajes, la mayoría del papel que manejamos hoy en día proviene de un proceso de reciclaje del papel usado. Este proceso ha mejorado con el tiempo, haciéndose cada vez menos contaminante.
El papel de celulosa, conocido comúnmente como papel blanco, se diferencia del papel reciclado, que se obtiene a través de la clasificación y reciclaje del papel viejo. Es importante no confundirlo con el papel ecológico, el cual se obtiene mediante un proceso de blanqueo especial que puede aplicarse tanto al papel blanco como al reciclado, y que tiene un impacto ambiental significativamente menor.
Es fundamental entender las diferencias entre estos tipos de papel y sus respectivos procesos de producción para poder tomar decisiones más informadas y responsables en nuestro uso diario del papel.
Papel blanco
Lo que solemos llamar “papel blanco” es el resultado de un proceso que comienza con la madera de los árboles, transformada en fibras de celulosa. Este proceso tiene un impacto significativo en el medio ambiente. La tala de árboles no solo contribuye a la deforestación, sino que también provoca la erosión del suelo.
Además, si el papel se blanquea con cloro, se necesita una cantidad enorme de agua y energía, lo que agrava aún más el impacto ambiental. Afortunadamente, hay alternativas más sostenibles.
En lugar de usar cloro, es posible blanquear el papel con compuestos oxigenados. Estos compuestos son mucho menos dañinos para el medio ambiente, ya que requieren menos recursos y generan menos contaminación. Por lo tanto, optar por métodos de blanqueo con compuestos oxigenados es una forma más responsable y ecológica de producir papel blanco.
Papel ecológico
A menudo, solemos confundir el papel reciclado con el papel ecológico, creyendo que significan lo mismo. Sin embargo, esto no es completamente correcto. El papel ecológico se refiere al papel que se produce al 100% a partir de papel usado recuperado, sin someterse a procesos de destintado ni blanqueamiento.
El hecho de reutilizar papel viejo y evitar el uso de blanqueadores y destintadores, así como otras sustancias contaminantes, convierte a este tipo de papel en una opción ecológica por su propia naturaleza.
Si quieres optar por el papel ecológico te recomiendo optar por el papel Crush que podrás encontrar en DicalPapel. Estamos ante un papel ecológico que también está disponible en versión de cartulina. Es una buena opción porque el papel Crush cuenta con un 15% de residuos agroindustriales. Eso hace que sea un papel ecológico que ayuda al planeta a seguir adelante. Esta variedad de papel se puede adquirir en diferentes colores y además ofrece una buena experiencia a nivel visual y al tacto. En muchas ocasiones se suele utilizar para proyectos importantes. Sin olvidar que también cuenta entre otras cosas con un 40% de fibras recicladas. Es un papel ecológico que cada vez tiene más demanda.
Papel reciclado
En lugar de usar madera de árboles, el papel reciclado se produce a partir de papel ya utilizado. Es importante diferenciar entre dos tipos de papel reciclado: preconsumo y posconsumo. El papel reciclado pre consumo se crea a partir de hojas que no se llegaron a imprimir y que provienen de restos de papelería.
En cambio, el papel reciclado posconsumo se elabora con papel que ya ha sido usado, el cual necesita ser recogido a través de la clasificación selectiva de residuos y sometido a un proceso de destintado. Así, podemos darle una segunda vida al papel antiguo, contribuyendo a la reducción de residuos y al cuidado del medio ambiente.
Mentiras sobre el papel reciclado
- El primer mito que quiero desmentir es aquel que dice que usamos principalmente papel blanco en nuestro día a día. En realidad, la mayoría de las hojas que manejamos son de papel reciclado.
- Antes se creía que el papel reciclado era de menor calidad que el papel blanco, pero hoy en día esto no es cierto. Gracias al avance de las tecnologías y la evolución de los procesos de producción, la calidad del papel reciclado ha mejorado significativamente.
- Otro error común es pensar que el papel reciclado deja residuos que pueden dañar las impresoras o fotocopiadoras. En realidad, no hay diferencia en este aspecto entre el papel blanco y el reciclado.
- En cuanto a la calidad de impresión, aunque algunos tipos muy raros de papel reciclado pueden tener un ligero tono más bajo, es incorrecto creer que la calidad de la impresión es inferior en papel reciclado comparado con el blanco. Los resultados de impresión son prácticamente iguales en papel blanco reciclado.
Así que no te preocupes: tus tarjetas de visita o folletos impresos en papel reciclado no solo tendrán la misma calidad, sino que también serán más respetuosos con el medio ambiente.
Certificaciones FSC
El Forest Stewardship Council (FSC) es el sello medioambiental más reconocido a nivel mundial. Su principal enfoque es asegurar una buena gestión de los bosques y garantizar la trazabilidad de los productos derivados de la madera.
La buena gestión forestal implica seguir estrictos estándares ambientales, sociales y económicos. Estos estándares están basados en un manifiesto que incluye 10 principios y 56 criterios, todos diseñados para promover prácticas sostenibles.
El FSC ofrece diversas certificaciones que abarcan diferentes aspectos de los productos forestales, desde las etapas de procesamiento hasta la producción. Una de estas certificaciones es la de cadena de custodia, la cual asegura que los materiales provenientes de bosques certificados por el FSC pueden ser rastreados a lo largo de toda la cadena de suministro. Además, existe la Madera Controlada FSC, un material que puede ser mezclado con otros certificados FSC para crear productos que lleven la etiqueta FSC mixta.
Los papeles reciclados con certificación FSC, incluyendo aquellos que contienen celulosa virgen, garantizan que la industria cumple con los estándares ambientales. Esto ayuda a proteger bosques de alto valor de conservación y asegura el respeto a los derechos de los trabajadores, las comunidades locales y las poblaciones indígenas.
