La depresión es una enfermedad mental que puede tener diversas causas. En función de éstas y de otros factores podemos identificar diferentes tipos de depresión. En este artículo profundizamos en los tipos de depresión que existen y te enseñamos a identificar las señales básicas de este tipo de enfermedad. Sigue leyendo para conocer qué tipos de depresión hay y cuáles son las señales principales que pueden indicar que la padecemos o que alguna persona cercana a nosotros está empezando a sufrirla.
Qué tipos de depresión existen
En primer lugar encontramos la distimia. Se trata de un tipo de depresión que se caracteriza por ser crónica. Esta depresión hace que las personas que la padecen tengan un humor inestable, padezcan de una ansiedad fuerte y su ánimo fluctúe continuamente.
Del mismo modo, la distimia se caracteriza también por que las personas que la padecen suelen tener la autoestima baja, se presentan desesperanzadas y no suelen encontrar alicientes para ser felices en su vida diaria.
Por otro lado, encontramos el trastorno depresivo mayor, probablemente el más común. Éste se caracteriza por concentrar un gran número de síntomas diferentes. Cuando una persona padece un trastorno depresivo mayor se mostrará apática y con problemas psicomotrices.
Estas personas también suelen presentar estados melancólicos, y en los grados más graves suelen presentar un marcado estupor depresivo. En estos casos las personas pueden llegar a quedarse inmóviles y a evitar la comida y la bebida. Del mismo modo, encontramos un subtipo de depresión en este punto con trastornos delirantes o creencias sostenidas fuertes, pero sin los fundamentos claros. Los delirios normalmente son de culpa o de ruina.
Encontramos también el trastorno ansioso depresivo. En estos casos hablamos de un tipo de trastorno en el que se mezclan la depresión y la ansiedad de forma moderada. Es un trastorno que padece un gran número de personas en la sociedad, que normalmente no suele tratarse pero que puede llegar a agravarse y cronificarse.
Del mismo modo, tenemos que hablar también del trastorno afectivo estacional. Este problema aparece de forma repetida y regular, siempre coincidiendo con los cambios de estaciones, sobre todo en otoño y en invierno, y se asocia en muchos casos a los cambios de la luz y de la temperatura. Las personas que lo padecen presentan somnolencia, apetencia por hidratos de carbono y otros síntomas típicos de la depresión como la fatiga.
Con la depresión atípica, las personas que la padecen presentan un estado de ánimo reactivo a todo tipo de situaciones adversas. Suelen ser personas que presentan una ansiedad bastante marcada, así como síntomas depresivos invertidos. Esto quiere decir que este problema empeora por las tardes y por las noches, momentos en los que además aumenta su apetito y su sueño.
El trastorno bipolar también puede encuadrarse dentro de las depresiones. Este trastorno implica que existen episodios depresivos graves que se alternan con otros episodios de exaltación de las funciones mentales (la fase depresiva y la fase maníaca). En la maníaca estas personas presentan hiperactividad, pensamientos acelerados, gastos descontrolados, irritabilidad e insomnio.
Finalmente encontramos la ciclotimia, que son una especie de manifestaciones leves e imprevisibles con frecuentes cambios del estado de ánimo que van desde la euforia hasta la tristeza en diferentes días y sin motivos aparentes. Este tipo de personas son realmente inestables, aunque es difícil diferenciar este problema de los cambios de ánimo mentales.
Señales que evidencian una depresión
Lo primero que debemos tener claro si nos encontramos mal o pensamos que podemos estar iniciando un proceso depresivo es que resulta fundamental ponernos en manos de un buen psicólogo para depresión lo antes posible, ya que estos profesionales son los únicos que están capacitados para ayudarnos con este tipo de problemas, enseñarnos a adoptar las estrategias más adecuadas para tratar y mejorar nuestra depresión y darnos las claves para volver a disfrutar de la vida con una mentalidad mucho más fuerte y positiva.
Por otro lado, entre las señales más típicas que evidencian una depresión encontramos las que vemos a continuación. En primer lugar, las personas que están empezando a padecer cualquier tipo de depresión pueden presentar estados de ánimo que fluctuarán entre bajos e irritables la mayoría del tiempo.
Estas personas también suelen presentar una marcada dificultad para conciliar el sueño o insomnio en otros casos, mientras que en ocasiones son personas que tienen exceso de somnolencia o de sueño, dependiendo del tipo de depresión y de las características concretas de cada enfermo.
Por otro lado, la depresión también puede verse evidenciada por cambios grandes en el apetito, haciendo que las personas que la padecen aumenten o pierdan peso rápidamente y sin otros motivos aparentes.
Las personas con depresión también suelen evidenciar cansancio y falta de energía en muchos casos. No tienen ganas de hacer nada y pasan mucho tiempo cansadas o durmiendo.
Por otro lado, si tenemos constantemente sentimientos de culpa, de odio a nosotros mismos, de inseguridad o de inutilidad, también puede ser una señal de que estamos desarrollando una depresión.
También es común tener problemas para concentrarnos si nos encontramos en algún tipo de proceso depresivo, así como la realización de movimientos excesivamente lentos o excesivamente rápidos, en relación a lo que estamos acostumbrados.
Por otro lado, las personas que padecen depresión también suelen presentar retraimiento o inactividad en sus actividades diarias. Es decir, que les deja de apetecer hacer muchas cosas, no encuentran sentido a nada y simplemente dejan de hacer cosas.
Si sientes que estás abandonado o tienes sentimientos de desesperanza y de que nada vale la pena en la vida, es probable también que tengas depresión, y deberías ponerte cuanto antes en manos de profesionales.
Asimismo, en los casos más graves podemos llegar a tener pensamientos repetitivos de suicidio o de muerte, siendo en estos casos más importante todavía el pedir ayuda lo antes posible.
Finalmente, otra de las claves que evidencian que nosotros o alguien de nuestro entorno puede estar sufriendo depresión, es que hayamos perdido el placer en actividades que normalmente nos hacían felices, como por ejemplo el mantener relaciones sexuales o pasar tiempo de calidad con nuestra pareja.