Salud

Principales beneficios del higo seco, ¿por qué debo incluirlo en mi dieta?

El ficus carica o higuera es un árbol robusto caducifolio, que puede alcanzar hasta los 8 metros de altura. Es conocido por el fruto que genera, llamado higo, que es conocido por su sabor dulce y sabroso y la textura crujiente que aportan sus semillas. Presenta una piel fina y delicada que puede variar entre un color amarillento, verde y morado. En su interior presenta una coloración rojiza con multitud de agrupaciones de semillas.

Estos frutos se suelen recolectar a finales de verano y durante la primera parte del otoño, y están riquísimos, pero sólo se pueden consumir durante la temporada. Sin embargo, existe una manera de conservarlos para que puedan ser consumidos durante todo el año sin que se deterioren o se pudran, siendo la temporada de Navidad la más propicia para comerlos.

Lo curioso es que, al conservarlo, no sólo no pierde su sabor, sino que este se potencia, ya que gana azúcares naturales. Estamos hablando de los higos secos, que sufren un proceso de secado y enharinado con harina de arroz. Si buscas este exquisito producto, en Paiarrop son expertos en su elaboración. ¿Te interesa? Accede a su web desde aquí: https://paiarrop.es/higos-secos

Propiedades de los higos secos

Los higos secos tienen multitud de propiedades que les hacen ser una de las frutas más saludables, ya que, al secarse, el higo triplica las propiedades que tiene cuando está fresco, lo que se traduce en que es una importante fuente de fibra, ya que esta representa más del 20% de todo su volumen.

También es una fuente de minerales, ya que contiene altas concentraciones de potasio, magnesio, calcio y hierro, además de otros minerales y vitaminas A, E y K y betacarotenos. Además, su consumo genera una aportación importante de energía, unas 255 calorías por cada 100 gramos, ya que contiene azúcares naturales. Asimismo, contiene una concentración de flavonoides.

¿Cuáles son los beneficios del higo seco?

Al ser una importante fuente de fibra es muy saciante y ayuda a regular el tránsito intestinal, lo que le convierte en uno de los alimentos que pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes. Por ello mismo, este alimento es un buen aliado para combatir la obesidad.

Así pues, al contener altas concentraciones de potasio, magnesio, calcio y hierro, así como de vitaminas, contribuyen al mantenimiento y buen funcionamiento de los músculos y de los huesos. Con la cantidad en potasio y omega 3 y 6 que contienen, pueden regular la presión arterial en personas hipertensas y, al contener vitamina A, ayudan a mejorar el aspecto de nuestra piel.

Al contener azúcares naturales, es una fuente de energía que ayuda a combatir el cansancio y a mejorar el estado de ánimo. Por ello, su consumo se recomienda para personas que practican deporte. Y, en cuanto al beneficio de los flavonoides, estos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo que ayudan al hígado a limpiar el organismo y fortalecen el sistema inmunológico.

Además, tienen otra serie de beneficios para la salud, entre los que encontramos el hecho de que los higos secos son expectorantes, ya que tienen la capacidad de reducir la mucosidad en los pulmones en episodios de bronquitis, constipados o gripe, además de contribuir a calmar la tos y proteger el sistema nervioso, manteniendo un ritmo cardiaco constante.

Cómo hacer higos secos

Como hemos dicho con anterioridad, los higos es una fruta de temporada que se puede disfrutar a finales de verano y durante buena parte del otoño. Sin embargo, la temporada termina antes de que llegue el invierno y, por lo tanto, no tenemos higos frescos durante el invierno ni en primavera.

Por ello se ha ideado la forma de conservar los higos para poderlos degustar durante más tiempo a lo largo del año y, por ello, son uno de los postres, desayunos y meriendas más demandados durante las fiestas navideñas, formando parte del famoso pan de higo. Pero ¿cómo conseguimos conservarlos para obtener los higos secos? ¿Qué pasos debemos seguir para hacerlo?

Existen varias maneras de hacerlo, como puede ser utilizando una deshidratadora de alimentos o preparándolos directamente al horno, pero en este artículo hemos escogido la receta más tradicional, que se basa en el secado al sol durante varios días y el posterior enharinado con harina de trigo o de arroz (para celiacos y personas intolerantes al gluten). Se deben seguir los siguientes pasos:

  • Recolección de los higos apropiados. Debes escoger del propio árbol aquellos higos que están más blandos. Se suelen cosechar durante los meses de septiembre y octubre, ya que las higueras suelen dar frutos más pequeños y menos jugosos y, por ello, son perfectos para el proceso de elaboración del higo seco.
  • Lavarlos en profundidad. Es el segundo paso que debes realizar, ya que conviene que elimines todos los restos de tierra y suciedad que puedan tener. Debes hacerlo con cuidado, ya que pueden tener la piel bastante fina y no queremos romperla.
  • Secarlos al sol. El método más tradicional consiste en extender todos los higos que has recolectado, ya lavados, sobre una malla o una cesta, distribuidos uniformemente para que reciban la luz del sol por igual. Puedes hacerlo en una zona interior para protegerlos de los insectos y de los pájaros, pero si lo haces en el exterior, recuerda protegerlos con una mosquitera o algún tipo de protección. Deberás darles la vuelta un par de veces al día para que se sequen por todas partes, ya que este proceso de secado suele rondar entre los tres y los seis días, dependiendo de la incidencia del sol y de la temperatura.
  • Hervir ligeramente los higos secos. Cuando los higos se han secado completamente se deben hervir durante 20 o 30 segundos para eliminar aquellos insectos que se hayan podido entrar en contacto con ellos mientras se estaban secando al sol. Es una manera de garantizar su correcta conservación.
  • Déjalos secar al sol sobre papel absorbente. Cuando los saques de la olla, debes secarlos una última vez, como mucho, durante un par de horas.
  • Utiliza harina de trigo o de arroz para enharinar. De esta manera, si queda algún rastro de humedad que pueda favorecer la degradación del producto, se absorberá de inmediato y se conservará a la perfección durante mucho tiempo.
  • Espolvorea azúcar glaseado por encima. Este paso es opcional y sólo si quieres obtener unos higos secos más dulces de lo normal. Llegados a este punto, los puedes guardar para conservarlos o empezar a consumirlos para disfrutar de su exquisito sabor y textura.
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